viernes, 4 de junio de 2010

VACUNA ANTIGRIPAL: SALUD PÚBLICA CON LA RESPONSABILIDAD DE TODOS

A pesar de haber vacunas disponibles, una confusión generada en la población, por mala información, esta bloqueando la utilización del arma más eficaz para prevenir la gripe. ¿Que es la gripe? La gripe constituye uno de los problemas de salud pública más serios Es producida por el virus de Influenza. En general, afecta al mismo tiempo, a un elevado número de personas durante el invierno. Si bien, no suele revestir gravedad, pueden existir grados extremos, que pueden llegar a causar la muerte especialmente entre los grupos de riesgo. En la población general, la gripe, puede exacerbar enfermedades concomitantes respiratorias o neumonías bacterianas ¿Por qué Vacunarse? Para prevenir la gripe producida por el virus de influenza y evitar estas serias complicaciones, resulta indispensable el uso de la vacuna... El diagrama de prevención persigue que cerca de diez millones de personas se vacunen, De lograrse, se generaría una especie de "muro humano" de protección para contener la circulación del virus. ¿Quienes deben vacunarse y que vacuna utilizar? Para este año 2010 existen dos tipos de vacunas disponibles: la monovalente contra el Virus A (H1N1), y la trivalente contra los virus A (H1N1) contra el virus H2N3 , y contra el virus B. Los grupos por vacunar fueron elegidos a partir de la experiencia de 2009. Fueron seleccionados como grupos de riesgo, quienes resultaron más fuertemente afectados por la epidemia. La idea no es evitar los contagios, sino las muertes. De la observación de lo ocurrido el año pasado, surge que los niños sanos, de 6 meses a 4 años y que los mayores de esa edad y adultos con enfermedades previas que disminuyen las defensas, fueron los que tuvieron mayor índice de complicaciones y muerte, cuando se infectaron con el virus de la gripe A (H1N1), por lo tanto, deben recibir la vacuna monovalente. Quienes integran los grupos de riesgo que deben recibir la vacuna monovalente son: todos los niños de 6 meses a 4 años, los niños mayores de 4 años, adolescentes y adultos menores de 65 años, que tengan factores de riesgo, como ser: retraso madurativo grave, enfermedades genéticas o neurológicas, enfermedad respiratoria crónica, asma bronquial severa, cardiopatías congénitas o adquiridas, trasplantados, o pacientes con enfermedades tumorales, enfermedades crónicas: diabetes, insuficiencia renal, etc., enfermos con disminución de su inmunidad, obesidad mórbida. Fuera de estos grupos con afecciones previas, la vacuna monovalente esta también indicada en: embarazadas en cualquier momento de la gestación, y madres que han dado a luz en los últimos 6 meses, trabajadores de la salud, padres de niños menores de 6 meses, pues en estos niños no puede aplicarse la vacuna y debe evitarse su contagio. En los mayores de 65 años, el 85 por ciento de las neumonías mortales se dan por complicaciones no sólo con el virus H1N1, sino también con las restantes cepas de la gripe. Por lo tanto; los integrantes de este grupo etario (mayores de 65 años), son los que tienen que recibir la vacuna trivalente, padezcan o no otras patologías. ¿Cuándo debe aplicarse la vacuna? Lo ideal es administrarla a principios del otoño antes de los primeros fríos, teniendo en cuenta que la aparición de anticuerpos protectores comienza usualmente a los quince días de su aplicación. Por lo tanto, y dado lo avanzado del otoño, la sugerencia es aplicar la vacuna cuanto antes. Existen temores respecto a los efectos indeseables de la vacuna. Sin embargo solo es dable esperar reacciones dolorosas en el lugar de la aplicación, un aumento de la temperatura corporal o un ligero decaimiento dentro de las 48 horas posteriores a su recepción. Además, como la vacuna está producida a partir de virus crecidos en embrión de pollo, su aplicación está contraindicada en personas alérgicas al huevo. Respecto al temor de que las vacunas produzcan enfermedades neurológicas, la probabilidad de una en un millón. Hasta el momento de la redacción de esta nota se registró la aplicación de dosis en el 47,5 por ciento de los trabajadores de la salud, en el 54% de las embarazadas, el 43% de las puérperas de hasta seis meses de nacido el bebe, y el 33 por ciento del resto de los integrantes de grupos de riesgo y sólo se vacunó el 22% de los niños de entre seis meses y cinco años. La aplicación de la vacuna, implica además del cuidado personal, una responsabilidad social, por lo que instamos a los indecisos a recibir la vacuna.

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